En un precioso edificio del año 1903, se encuentra esta vivienda en planta principal.  En ella se realiza una reforma integral.

Sus amplios espacios, techos de cuatro metros, puertas interiores de gran altura, paredes de ladrillo macizo y forjados de bovedilla cerámica, se ponen en valor en el proyecto, con la intención de que coexistan los elementos y materiales actuales con los del pasado.

La vivienda es muy luminosa debido a su doble orientación y la utilización de materiales en colores claros lo potencia.

La cocina se integra en la sala de estar como un elemento decorativo más, el color oscuro y sus revestimientos  le aportan elegancia y la distinguen como elemento singular.

La materialidad que se añade sigue la estela de autenticidad y respeto por el material de las preexistencias.